2014/03/25

Pasaje de las sombras

Pasaje de las sombras
Arnaldur Indridason
RBA


Dos agentes de policía acuden a un inmueble de la capital islandesa alertados por una inquilina, preocupada porque uno de sus vecinos lleva tiempo sin dar señales de vida. Tras acceder a aquél descubren el cadáver del individuo sobre la cama.
La falta de señales de violencia y la avanzada edad del difunto apuntan a que la muerte se ha debido a causas naturales. Sin embargo, el análisis forense posterior dictamina que falleció por asfixia, practicada seguramente con una almohada.
Seis décadas antes, una pareja formada por una islandesa y un soldado norteamericano pasean por Reykiavik. Estamos a finales de la Segunda Guerra Mundial y las tropas estadounidenses han tomado el relevo de las británicas en Islandia, despertando el recelo de los lugareños. Estos ven con especial rechazo la afición de sus mujeres jóvenes a mantener relaciones con miembros del ejército extranjero, una práctica tan extendida y preocupante que ya ha sido bautizada como “la situación”. Además, ellas son con frecuencia las mayores damnificadas al acabar embarazadas y repudiadas, o descubrir que los apuestos foráneos ya tienen una familia esperándoles en casa y sólo las desean como diversión. A su paso por el Teatro Nacional, la citada pareja descubre en el portal del edificio el cadáver de una mujer tapado torpemente con cartones.
A partir de este instante, el lector va siguiendo el avance de las dos investigaciones, que se despliegan a base de constantes saltos temporales que van revelando lentamente las conexiones entre ambas. El asesinato en 1944 de la chica, Rosámunda, empleada en un taller de costura, guarda desconcertantes paralelismos con la desaparición, tres años antes, de otra joven en el norte del país, Hrund, que todo el mundo dio por hecho que se había suicidado arrojándose a una cascada. Precediendo a su encuentro con su funesto destino, ambas mujeres habían sido víctimas de un violador que había intentado persuadirlas de que culparan de su ataque sexual a los elfos. ¿Qué relación podía haber entre ambas? ¿Qué frutos dio la investigación original? ¿Qué fue del dúo de detectives que la asumió? ¿Qué vinculaba al anciano con la misma? ¿Hay alguien que, tantos años después, sigue interesado en silenciar los hechos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario