Franz-Olivier Giesbert
Alfaguara
A los ciento cinco años aún regenta su famoso restaurante en Marsella, guarda una pistola en el bolso y no puede evitar los pensamientos eróticos cuando se cruza con algún tipo interesante. Esta singular cocinera, marcada por dos hombres y un siglo, se toma la justicia por su mano matando a sus enemigos suavemente. Rose pertenece ya a esa galería de grandes personajes literarios de los que no podemos separarnos.