Rachel Joyce
El insólito peregrinaje de Harold Fry
Salamandra
Una mañana cualquiera, mientras su mujer pasa el aspirador en el piso de
arriba, Harold Fry sale de casa para echar una carta al buzón. Recién
jubilado, Harold está lejos de imaginar que acaba de iniciar un viaje a
pie de un extremo a otro del país. No lleva calzado ni ropa adecuada, ni
siquiera un teléfono móvil, y mucho menos un mapa o una brújula. ¿Para
qué iba a llevarlos? Tan sólo va al buzón de la esquina para responder a
la misiva de Queenie Hennessy, una vieja amiga y compañera de trabajo
quien, tras un silencio de casi veinte años, acaba de comunicarle que
está ingresada en un hospital del norte a punto de morir de cáncer. Sin
embargo, cuando Harold se dispone a enviar la carta, un impulso
repentino lo conmina a llevar él mismo el mensaje a su destinataria. Por
una vez en su vida, Harold toma una decisión sin pensar, pero su
intuición le dice que su amiga Queenie hará algo igualmente impensable y
se curará.
Así comienza un largo peregrinaje que dará un vuelco total a su
existencia. Mediante el sencillo acto de caminar, Harold emprende un
viaje al encuentro de sí mismo, un largo recorrido, duro y placentero a
la vez, que lo conducirá a descubrir sus verdaderos sentimientos y
deseos que yacían adormecidos en su interior y, por encima de todo, a
exorcizar el terrible recuerdo que marcó su vida.
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